La chufa ya es un cebo conocido y utilizado por todos los
pescadores de carpa, sus grandes virtudes le hacen ser uno de los cebos
preferidos de muchos pescadores avanzados.
Todos sabemos que no se puede abusar de ella debido a su
gran dureza, ya que puede dañar a la
carpa si la ingiere en exceso. Es un cebo que las mismas carpas van repartiendo
por todo el embalse, con una atracción
brutal debido a sus componentes dulces.
Pero la cualidad que hace a este cebo ser un numero uno es la resistencia contra los ataques de los
cangrejos, aunque sique es verdad que cuando están muy voraces, se comen la chufa,
los cebos artificiales y lo que le pongas.
Este cebo viene en un formato seco y arrugado, y nosotros
debemos tratarlo para que sea apto y lo mas atractivo posible para las carpas.
Pues bien, como en todo, hay muchas maneras de preparar este
cebo, algunas más efectivas que otras, y alrededor de este en concreto hay
muchas recetas.
Nosotros vamos a mostrar la que utilizamos nosotros, y os explicaremos
el porqué de cada cosa.
El primer paso es encontrar chufa de calidad, ésta la
podemos encontrar en muchos sitios pero la cuna esta en Valencia, donde hay
infinidad de casas que sirven al pormenor.
De todos los cebos que elaboramos nosotros mismos este es el
que más hincapié hay que poner a la hora de ponerlo en remojo, ya que es un
cebo que viene arrugado y terminará con mas volumen y terso, esto quiere decir
que absorberá muchísima agua, pues bien, este es el momento de añadirle los
aditivos que queramos ya que penetraran en la chufa de forma natural. En esta
foto podéis ver el antes y el después de su preparación.
Al contrario de lo que opina la gente, a la chufa no es
conveniente añadirle azúcar durante su remojo, ya que esta actúa como una
película impermeable y no la deja absorber toda el agua que necesita. Por lo cual,
nosotros en este momento le añadimos edulcorante liquido, que lo podéis
encontrar en vuestro comercio alimenticio habitual. Esto aumentará el dulzor de
la chufa, aunque ésta ya es muy dulce de por si.
Si quieres aumentar aun mas la atracción, nosotros le
añadimos un sirope de chufa que potencia el sabor, olor e incentiva las señales
químicas que emitirá cuando este en el agua.
Tras cuatro días de remojo en el agua con los aditivos mencionados,
nuestras chufas deben estar completamente tersas, sin arrugas, esto nos indica
que ya están en su punto para la cocción.
Este punto es el más delicado y donde todo el mundo comente
el mismo fallo. Si nos pasamos con la cocción le sacaremos todo el jugo a la
chufa.
La gente se empeña en sacarle la baba a la chufa y no son
conscientes que si el liquido que recubre la chufa después de cocerla es pura
baba, la chufa esta exprimida, como un saco de infusión después de usarlo, y es
todo lo contrario, queremos centrar la atención del pez en nuestra chufa, por
lo cual, el tiempo de cocción es de 20 minutos contando desde que empieza a
hervir el agua.
De este modo la chufa conservará todo su nutriente. Esto seria el 50% de tener una chufa de éxito. El otro
50% es no dejar que fermente, otro gran fallo. Es un error dejar que fermente
la chufa ya que queda ácida, no dulce. Empieza a oler a vino y ya no esta en su
punto. Por lo cual recomiendo hacer la que vamos a usar el fin de semana o por
el contrario congelarla según la preparamos.
Así tendremos siempre la mejor chufa en el mejor estado. Podréis
comprobar que la baba sale, pero por si sola, la cual es ideal para remojar
engodos.
Como nota personal os digo que si estáis pescando con los
cangrejos en su punto máximo de voracidad la mejor opción es hacer la chufa sin
aditivos e incluso cocer algunas menos tiempo y usarlas solo de cebo de
anzuelo.
Otro truquillo que funciona muy bien es aprovecharnos de la
gran variedad de tamaños de las chufas, ya que las hay micro, estándar, xl y
yumbo, las primeras ideales para cebar.
Sobre su almacenamiento deciros que lo ideal es hacerlo en cubos herméticos ya
que generan polillas como gran parte de las semillas almacenadas a granel.
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